domingo, 12 de abril de 2015

AMOR, FALACIA, NO EXISTE


El café sigue en su punto, su aroma despierta los sentidos avivando en ti lo más delicado de tus pensamientos. ¿Dónde te has ido? Lapsus que ocurren a lo largo del día, la atención se focaliza en cosas que teníamos olvidadas. Unas veces es agradable, otras no tanto.

Ahora vamos a hacer un ejercicio, ¿Te acuerdas de tu primer amor? Un amor que sentiste como algo que te desbordó. Ese algo o alguien que querías por que sí, sin explicación. No importaba de dónde viniese, qué color tenía, qué pensaba de la religión, la política o la economía. Te enamoraste.

Te volviste niña/o por un segundo y deseaste un algo o alguien que te llenaba de placer con tan sólo estar junto a él/ella. Estabas feliz.

Cuánta belleza hay sin saber exactamente qué es lo que te atrae, te volviste ciego, sordo y mudo, no importaba, sólo pensabas en ese algo o alguien. Cuando te enamoras, sin saber por qué, te sientes libre y a la vez atado. No tienes palabras, sólo estás enamorado.

Tú primer amor..., luego crecemos y olvidamos lo inocentes que éramos. Craso error. Amor idílico que te deja extasiado, por que no sabes si reír o llorar. Sentimientos a flor de piel. 

Quién quisiera volver a enamorarse con tanto placer a pesar del sufrimiento. Éramos niños/as. No nos comprometíamos con nada, sólo estabas enamorado.



Ahora los adolescentes crecen al ritmo de las tecnologías. No dejan que se cuezan por dentro y en un pispás el niño/a ya está hecho. Te cuestionan cosas como, "yo no me voy a casar. No creo en el amor, ese sentimiento no existe, todo es falacia". 

Anulamos una parte del ser humano que es necesaria para poder desahogar todo lo que pasa dentro del cuerpo, la adolescencia, los cambios hormonales, sustituyéndolo por las nuevas tecnologías.  

Ahora sin ser tan niños, también nos enamoramos, pero es el tiempo el que se nos echa encima. Los encuentros fortuitos existen, se te enciende en ti una llama, pero ¿cómo es esa llama?, la seguimos avivando o la dejamos que se apague.

No condiciones tu vida por un móvil o un reloj. Vive y deja vivir. La vida es más simple.